Uf!...
Hay que ver la cantidad de correos y llamadas de teléfono que recibimos a diario, una barbaridad. Compañías y empresas de telefonía, seguros, clínicas, bancos prestamistas, casa de automóviles, e incluso citas.
¿Cómo es posible que ocurran este tipo de "allanamiento" a nuestro intimidad? ¿ de qué nos sirve que nos exijan firmar documentos de privacidad si luego nuestros datos los tienen hasta el "tato"?
A veces llegan de empresas que ni siquiera conocemos o que ni siquiera sabíamos que existían, pero que sin embargo tienen libre acceso a nuestra privacidad.
Por supuesto que se les bloquea, pero por arte de "magia" vuelven a intentarlo con otro nombre.
Debe ser cierto que "venden" nuestros datos por algunos euros al mejor postor desde esas mismas entidades que nos hacen firmar, porque si no no ocurrirían estas cosas.
Posiblemente habrá alguna manera de que se les sancionen y así poder evitarlo, pero ya sabemos que estamos en Españistán y no pasará nada, porque, estoy casi seguro, que el negocio de la "venta de datos" es de las propias empresas que nos hacen firmar.
Cuento esto porque el otro día me hicieron firmar unos cuantos documentos de política de privacidad en una entidad bancaria y me reí en sus narices.
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