Después de leer y oir el proyecto de Registro Civil sobre los apellidos en los hijos e hijas y tomando como referencia que en caso de no haber concenso en la pareja la medida a tomar será el orden alfabético en primer lugar, me he dado cuenta que a la hora de hacer un árbol genealógico familiar se puede liar la de Dios.
Imaginemos una pareja con apellidos Alvarez y Vazquez si no se ponen de acuerdo imperará el de Alvarez pero si hay concenso un hijo puede tener Alvarez de primero y una hija Vazquez o al contrario. Cuando lleguen a la edad escolar los profesores, profesoras, compañeros y compañeras de cole no sabrán si son hermanos/as, primos/as, tios/as, sobrinos/as, o yo que sé.
Con lo fácil que ha sido hacer el árbol partiendo del primer apellido, y que conste que me dá igual que pongan primero el de la mujer, pero si ha de ser así por cuestión de igualdad prefiero que impere la mujer porque si no el árbol genealógico se puede convertir en un matorral de apellidos.
Bueno siendo un poco mas serio en esta cuestión os diré que escuché en radio a una catedrática de lengua de la universidad de Sevilla que decía: Si se aplicase el proyecto por el orden alfabético, en 4 o 5 generaciones desaparecerían los apellidos desde la Ñ a la Z y en trescientos o cuatrocientos años todos/as nos llamaríamos Alvarez de primero y segundo. ¿Todos familias?
¡Uff...que lío!
A mi amigo Manuel...
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