Durante estas últimas semanas las acampadas en Jerez forman ya parte del paisaje urbanístico jerezano, todo ello debido a las reivindicaciones salariales (legítimas por cierto) de unos colectivos de trabajadores y trabajadoras.
Lo iniciaron las trabajadoras de Acasa en las puertas del Ayuntamiento, continuaron los policías locales en las oficinas policiales y ahora son los trabajadores del cementerio los que acampan a las puertas del mismo.
Quedan tambien los conflictos de: Limasa, Linesur, Los Amarillos y los propios funcionarios y funcionarias.
Ésta es la paz social que pregonaba la Sra. Pelayo y sus adláteres durante la campaña electoral de Mayo.
En estos últimos dias se oye el rumor de que la Sra. Pelayo está pensando en dimitir ya que la situación económica tan grave que atraviesa el consistorio le sobrepasa, vamos, que no sabe cómo solucionarlo.
Una vez más nos demuestra la ineptitud de ella y todo su equipo para encontrar la salida a los conflictos.
No es la primera vez que digo, en estas redes sociales, que lo interesante para ella es su puesto en el Senado, no hace nada y cobra mucho más que de alcaldesa. Además se quita de líos y problemas.
Espero, por el bien de Jerez y de los trabajadores y trabajadoras, que todos estos conflictos acaben lo antes posible. Aunque con los que nos gobiernan dificil está la cosa.
Digo por el bien de Jerez porque la falta de cobro de todas estas personas influye muchísimo en el comercio jerezano. Falta ése dinero en circulación (se habla de millones de euros) y por lo tanto los comercios tambien se ven perjudicados.
Ay, por favor!! si caminar ahora por la calle Larga es como meterse en carrera oficial un viernes santo, vienen las manifestaciones como los paso, una detrás de otra...
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